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Packaging & Branding para marcas líderes
28 octubre, 2022 / Articulos -
Hace casi 10 años, Coca-Cola anunciaba la primera botella 100% reciclable fabricada a base de plantas, un desarrollo que llevó años de investigación y trabajo. Lo que en ese momento fue vanguardia en la innovación de los envases, hoy es una tendencia adoptada por muchas compañías. Pero ¿por qué invertir tanto tiempo y dinero en ese tipo de desarrollos? Porque responde a una realidad del mercado cada año más relevante: la incorporación de características sostenibles en un producto. Esta tendencia es una excelente forma de colaborar con la preservación del medio ambiente y de construir un mensaje de marca diferenciador.
La innovación enfocada en la ecología tiene un impacto muy significativo en el mercado; y parece ser un aspecto indispensable para conquistar al público consumidor en el futuro.
Varias encuestas destacaron que las personas prefieren comprar productos más ecológicos aunque cuesten más. También admiten haber evitado comprar un producto por percibirlo negativo para el medioambiente. Por lo que un envase ecológico no sólo puede aumentar las ventas sino que puede evitar perderlas.
Diseñar un packaging más sostenible no tiene por qué significar una pérdida de calidad estética. Es posible destacarse creativamente y diferenciarse de otras marcas con propuestas de diseño más eco amigables.
Con estas ideas en mente, las siguientes son cuatro prácticas a considerar al momento de proyectar un nuevo packaging:
La producción de materiales fabricados a partir de bioplásticos hechos de maíz o de caña de azúcar es un área de rápido crecimiento. También hay desarrollos como el de papel piedra. Este sustrato se fabrica a partir de minerales y puede reciclarse infinitamente. Además, no se utiliza agua, cloro, ni árboles en su producción.
El reciclaje es una de las formas más eficaces de preservar la energía invertida en fabricar materiales para packaging. Papel, vidrio, aluminio y PET son las opciones más elegidas por su capacidad de reciclado. Y a ellas se suma una nueva generación de materiales, como por ejemplo la pulpa moldeada.
Diseñar un segundo uso para el envase de un producto ya consumido ayuda a reducir la generación de desechos. Sin embargo, no es una solución definitiva; en algún momento ese packaging también va a terminar en la basura. La idea de esta propuesta es usar materiales nobles que permitan una reutilización prolongada: por ejemplo, un envase con cierre hermético, una bolsa de tela o latas decorativas.
El mejor ejemplo de una categoría que ha evolucionado de forma significativa es la de productos concentrados. Existen productos con fórmulas concentradas que reducen la cantidad de agua usada en su fabricación y que permiten usar envases más pequeños. El desafío, en este caso, consiste en no perder visibilidad e impacto en el punto de venta por reducir el tamaño del packaging. Para evitarlo, necesitamos combinar diseño estructural y gráfico de manera efectiva. También son interesantes los sistemas que proponen la recarga de productos concentrados con envases reutilizables.
Guillermo Dufranc es Project Manager en Tridimage, la agencia de diseño de packaging experta en ayudar a grandes marcas de Latinoamérica que necesitan evolucionar. Brinda conferencias, capacitaciones y workshops; también es convocado como jurado en varios concursos de diseño. Es autor de libros y escribe para publicaciones y blogs de diseño de todo el mundo.