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Packaging & Branding para marcas líderes
22 abril, 2025 / Articulos -
Parece que vamos llegando al final de un largo camino! Después de meses descubriendo cómo la Inteligencia Artificial puede ayudarnos a crear un packaging más sostenible, hoy quiero presentarte las dos últimas estrategias que, sin dudas, marcarán un antes y un después en esta industria.
Esta serie ha estado llena de ideas interesantes sobre cómo la IA puede transformar la industria del packaging, predecida y cuestionada por la misma IA (si te perdiste alguna de las entregas anteriores, al final de esta nota están los links para ir a leerlas).
Este desafío comenzó a principios del año 2024, cuando la idea de integrar IA y sustentabilidad en los procesos de producción de envases parecía ambiciosa, pero a medida que los meses avanzaron, vimos cómo la tecnología no sólo nos alcanzaba, sino que nos superaba.
La realidad es que no muestra signos de desaceleración. Probablemente, mientras leés este artículo, las herramientas de IA ya están evolucionando y encontrando nuevas formas de optimizar los materiales, reducir el desperdicio y revolucionar la manera en que empaquetamos todo lo que consumimos.
Antes de sumergirnos en las estrategias finales, quiero contarte algo que aprendí recientemente y que me dejó sorprendido. Es algo que descubrí investigando para mi libro Revolución Greendustrial. Fue una de esas revelaciones que te obligan a replantearte todo.
Resulta que en la Roma Imperial ya existían problemas respecto a dónde acumular basura. El Monte Testaccio, en Roma, es una prueba de esto. Resulta que no es un “monte” de creación natural, sino una acumulación masiva de ánforas cerámicas que ya no servían.
Durante siglos, los romanos usaron estas ánforas para transportar aceite, y cuando dejaban de ser útiles, simplemente las apilaban en lo que se convirtió en un vertedero histórico. Hoy, este lugar está cubierto de árboles y vegetación, pero debajo sigue habiendo millones de piezas de cerámica desechadas. ¿Increíble, no?
Esta historia nos recuerda que los residuos no son un problema nuevo. Lo que cambió es la magnitud del problema. Hoy en día, somos miles de millones generando desechos, y con el crecimiento proyectado de la población, esa cantidad no hará más que aumentar. Lo que en la Roma Imperial era un problema manejable, hoy es una crisis global.
Por eso, ya no podemos pensar en el reciclaje como la única solución. Es urgente que comencemos a reducir el uso de materiales y a innovar en los mismos. Y acá es donde la IA entra en juego, porque su capacidad para analizar, predecir y optimizar puede ser clave para acelerar este cambio.
Ahora sí, vamos con las dos últimas estrategias:
Esta técnica, nos permite seguir los productos desde el momento en que se fabrican hasta que llegan a manos del consumidor, e incluso más allá, en su fase de reciclaje o descarte. Pero no estamos hablando de un simple código de barras; esto podría ser un seguimiento sofisticado que recopila una cantidad impresionante de datos sobre el ciclo de vida del envase.
Con IA, podemos saber con precisión dónde y cuándo se consumen los productos, cómo y dónde se desechan, e incluso qué parte de esos materiales realmente se reciclan. Imaginá un futuro en el que las empresas puedan hacer un seguimiento de sus envases y optimizar sus estrategias de recolección o reciclaje en tiempo real, o donde los consumidores puedan saber exactamente cómo disponer de cada parte de un empaque, mejorando las tasas de reciclaje.
Sin embargo, no todo es perfecto. La idea de recopilar tanta información, aunque suena ideal desde una perspectiva corporativa, levanta preocupaciones importantes sobre la privacidad y la protección de datos. ¿Estamos preparados para un futuro donde cada envase “nos observe”? ¿Qué pasa con la cantidad de datos personales que podrían filtrarse? Aparte, el costo de implementar este tipo de tecnologías puede ser una barrera significativa, especialmente para pequeñas y medianas empresas.
A pesar de estos desafíos, la capacidad de la IA para mejorar la transparencia y la eficiencia en la gestión de residuos es algo que no podemos ignorar.
¿Qué quiere decir que un envase se pueda adaptar al contenido? Básicamente estamos hablando de envases que se adaptan a las necesidades específicas de cada producto en tiempo real, optimizando su tamaño, forma y material. Todo con la ayuda de la IA, para que esos cambios sean tan rápidos como un suspiro.
Esto que parecería sacado de una película de ciencia ficción, ya está pasando. Amazon ya tiene prototipos funcionales de máquinas automatizadas para fabricar cajas a medida según el producto que se vaya a enviar. Estas cajas se ajustan al tamaño exacto del contenido y se producen al instante, eliminando la necesidad de almacenamiento masivo de diferentes tipos de embalaje. Esto reduce el desperdicio de materiales, el espacio y la energía necesaria para transportar productos.
Pero la personalización de envases va más allá. La IA también puede determinar qué tipo de material es ideal para proteger un producto dependiendo de sus características, las condiciones de transporte o el clima al que será sometido durante su entrega. Esto garantiza que el producto llegue en perfectas condiciones, y se minimiza el uso de materiales innecesarios. Adiós al sobrepackaging, esa práctica de envolver los productos excesivamente solo por el hecho de querer protegerlos y preservarlos por más tiempo.
Pero aunque esto suena maravilloso, no está exento de desafíos. La IA es una tecnología emergente y todavía está aprendiendo. No siempre va a tomar las mejores decisiones. Los errores en la identificación del material correcto o en la personalización del tamaño del envase pueden llevar a más desperdicio, no menos.
Podría fallar en determinar el tamaño de la caja y arruinar el contenido y que sea despachado en malas condiciones. Esto además generaría devoluciones de los usuarios causando más impacto de CO2 en el transporte. Depender exclusivamente de la tecnología para tomar estas decisiones implica una gran responsabilidad en cuanto a la supervisión humana, algo que no debemos perder de vista.
Con estas dos últimas estrategias, terminamos de cubrir un amplio abanico de posibilidades en cuanto a cómo la IA puede ayudarnos a crear un packaging más sostenible. Como adelanté en el primer capítulo, cada una de estas estrategias invita a reflexionar sobre las soluciones increíbles que supone la inteligencia artificial para la creación de envases, como también a prever los desafíos que nos podemos encontrar.
De todas maneras, este viaje hacia un futuro donde la innovación, la sostenibilidad y la IA vayan de la mano definitivamente es emocionante.
¿Llegaste a este artículo sin ver el resto de la serie “EcoPack IA”?
No te los pierdas. Exploremos juntos cómo la inteligencia artificial imagina el diseño de envases sustentables:
EcoPack IA: Capítulo I: 10 estrategias clave que la IA imagina para diseñar packaging sostenible.
EcoPack IA: Capítulo II: Exploramos las estrategias en detalle: materiales de origen biológico y diseño para reducir residuos.
EcoPack IA: Capítulo III: Te contamos dos estrategias clave para reducir la huella de CO2.
EcoPack IA: Capítulo IV y V: Qué propone la IA para reducir residuos y el desperdicio de alimentos.
Guillermo Dufranc es Project Manager en Tridimage, una reconocida agencia de diseño de packaging con sede en Buenos Aires, Argentina. Su experiencia en branding y packaging ha contribuido a crear y revitalizar marcas de consumo líderes en América Latina y el mundo, incorporando también un enfoque de diseño consciente.
Como experto en packaging sustentable, colabora con empresas para mejorar su impacto en el medioambiente aportando una mirada global sobre toda la cadena de valor.
Además, es autor de los libros Packaging para salvar el planeta y Revolución Greendustrial. Escribe para publicaciones y blogs de diseño de todo el mundo.
Su autoridad en la temática, lo ha llevado a brindar conferencias, capacitaciones y workshops especializados en sustentabilidad; y también a ser convocado como jurado en prestigiosas competencias internacionales del sector.